viernes, 26 de febrero de 2016

Los valores del alma

Los valores de mi alma

No me importa que en el hoy desafinado
a los nobles sentimientos trivialicen,
que pureza y lealtad ya no coticen
y el honor se considere desfasado.

Ni que alaben al infiel y al solapado,
ni que a mi fidelidad ridiculicen,
de mi inocencia se burlen e ironicen
y tachen mi amor de añejo y caducado.

Porque yo, así me quiero y me declaro.
Y me sobra valentía y arrogancia
para aguantar el tirón que a otros derrumba.

Que todos los valores que en mi alma amparo
no me roban en ninguna circunstancia,
aunque pasen por encima de mi tumba.

De : "Lo que vieron los ojos del poeta"

sábado, 6 de febrero de 2016

Soñar que sueño


Soñar que sueño

Sueño que estoy soñando
con una traición de espinas:
Tú te vas, no estás conmigo
y otra es, quien es tu chica.
Y en este soñar que sueño
una horrible pesadilla
dónde la mujer versada
en los trucos de la vida
sibilina va rodando,
se cuela entre tus rodillas,
para lograr con el sexo
lo que el seso no podría,
tú te dejas arrastrar,
sucumbes a la lujuria
y dejas atrás mi amor,
abandonas tu familia
y de dejas seducir
por sus bragas amarillas.

Y sueño que me despierto
y aliviada y ya tranquila
me acurruco entre tu pecho
y me miro en tus pupilas;
te beso toda la piel
y agarrada a tu cintura
me despierto de verdad
y me encuentro con la vida:

Que no fue verdad el sueño
pero sí la pesadilla.

De mi libro "La espada que apuñala corazones"

martes, 2 de febrero de 2016

La paya enamorada



La paya enamorada


Esa dulce paya
que anda enamorada,
y no sabe ella
que todo acabó.
Él la abandonó
y busco otra boca,
y esa paya loca,
un poco murió.

Esa paya, paya loca;
no hay sonrisa ya en su boca
y en sus ojos no hay color.

Siempre que la veo
noto su tristeza
y ante tanta pena
qué puedo hacer yo:
Tocar mi guitarra,
cantar con el alma
su loca pasión.

Esa paya, paya loca;
no hay sonrisa ya en su boca
y en sus ojos no hay color

Cuando estoy con ella
me mira a los ojos,
su mirada pide
de mí una canción
que le de esperanzas,
y borre añoranzas