martes, 14 de julio de 2015

Regocijarse del mal ajeno



Viene, mira y se va


¿Por qué sigues viniendo navegante
si aquí solo encontrarás más penas?
¿Por qué quieres leer ansias ajenas
y desconsuelo inmenso y delirante?
Si mi congoja es dura y agobiante
¿Por qué vuelves y miras en mis venas,
en mis versos, la prisión de mis condenas,
y en palabras de herida lacerante?
Yo comprendo que navegues atrevido
que te marches al mundo de alegría
y en segundos me relejes al olvido.
Mas no entiendo que pases tu mirada
por esta mi progresiva agonía
y te marches después sin decir nada



Del libro "La espada que apuñala corazones"

domingo, 26 de abril de 2015

La traición de la luna


Calló la luna


A la luz de la luna
él va soñando,
mientras la princesita
muere llorando.
La luna llena
aunque todo lo sabe
muda se queda.

La princesa a la luna
pide rogando
que busque en todas partes
al hombre amado:
¿dónde se encuentra
el amor de mida?
y dile que vuelva.

Traicionera la luna
mira a otra parte
y no dice a su amiga
que hay otra amante.
Cuando descubra
la princesa el engaño
ya no habrá luna.

- Del libro "Los ojos del poeta" de Consol Agulló-

lunes, 20 de abril de 2015

No se gana al amor






Por desamorarme

Hasta intento defectos encontrarte
para luego plasmarlos trazo a trazo,
por ver si así por fin se agota el plazo
de sufrir cada día al recordarte.

Lo he intentado y no puedo olvidarte
pues estoy adherida con un lazo 
a tu alma en un eterno abrazo,
mas no puedo volver a enamorarte.


Si te veo me muero por besarte,
mas me callo pues me avisa mi herida
del inmenso dolor de tu rechazo;
y amargada de tanto y tanto amarte
te daría gustosa hasta la vida
por un beso colgado de un abrazo.




- Del libro "La espada que apuñala corazones" de Consol Agulló-

miércoles, 1 de abril de 2015

Te vas




Te vas


Te vas y te sigo amando.
Aquí estoy, aquí te espero,
y mi corazón entero
todavía va llorando.

Qué triste el ir implorando

al que solo es compañero, 
al que es amigo pero
me deja sola y penando.

Alguien que te está llamando

que no soy yo y va primero,
¿qué será que al verdadero 
amor lo está regalando?

Me da igual, se está acabando

un amor puro y sincero
por el que ahora yo muero
pero tú saldrás ganando.




- Del libro "Y después vendrá el alba" de Consol Agulló-